Si solo la piel pudiera hablar de sus penurias
Ajar la angustia hasta dejarla sofocada
Tratar la soledad con antibióticos de
abrazos soleados
Arrojar los muros entre el espanto y sus
curas
Si solo la piel pudiera respirar
Me encuentro en otro lugar
Que tus tardes de viernes
Poco a poco me olvido de mí
De cuando estuve contigo
Existo como percha de promesas truncadas
Que un leñador loco
Dejó por siempre mutilada
No llevo más arena en mis zapatos
He cambiado
La llevo en la mano
En un intento vano de evitar
que se me escape
De una vez
Nunca me invitas a morder la tierra como una manzana
Y espero
con los ojos al suelo
pensando que llega el momento
que no alcanza jamas
Luego pienso
A veces es mejor comer las entrañas del
uno al otro
que quedar en silencio mirando a partes
diferentes
Al final, comer las entrañas del otro
puede ser también un acto de amor.
Se aferra el árbol a sus ramas también
No solo a sus raíces
Y no es demasiado pronto aún para pedir
sus frutos
Para pedir que caigan sus frutos
Para que empiece ya el ciclo nuevo
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