Tengo la edad del sol.
Estoy
aquí y siempre yo.
Vuelo
por las nubes y me envuelvo en las raíces de los árboles
No
tengo limites, no tengo tiempo
Soy
tú y en todas partes
El
sinsonte se para a escuchar mi quejío
Los
zahoríes me buscan cerca del mar
Y
las hojarascas de mis días más brillantes
se
ven más bonitas que las flores de azahar.
Tengo
la edad del sol.
Nadie me verá morir.
Este poema empezó como parte del juego palabras prestadas [diciembre 2014]
y casi se hizo canción...
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